Hace un tiempo atrás almorcé con un gran amigo, en su casa de Alcohuaz, en mi amado Valle de Elqui. Como es tradición, realizamos este ritual casi todos los viernes, ocasión donde él se luce con diversas preparaciones, ocupando los ingredientes que tiene a mano.
Para mi sorpresa, a la mesa llegó una bandeja con huevos. Una preparación similar a los pimentones rellenos con huevo y pimienta, mas era una hortaliza, la Caigua, una cucurbitácea (de la familia de los pepinos, zapallos, etc) cuya semilla es originaria de los Andes.
Oriunda de Perú, la Caigua también se da o crece en Alcohuaz, en plena montaña elquina, reconociendo en ella un sabor muy fresco (como su hermano el pepino). Además, es un fruto muy versátil pues se puede comer relleno, como la comí yo, crudo o cocido en ensaladas y en guisos, respectivamente.
Mi amigo la preparó al horno, rellena, siendo realmente es una exquisitez. Yo me las comí todas, para variar.
Luego, investigando supe que es un excelente alimento nutricional, combatiendo el colesterol malo y que ayuda a adelgazar de forma natural. Bueno, en este último punto sumar que hay que comer sano y tener actividad física regular.
Otros beneficios
Excelente para regular nuestro metabolismo
Combate el colesterol (malo), la arterioesclerosis y la hipertensión
Poderoso quemador de grasas
Elimina la celulitis
Ayuda en casos de várices
Previene enfermedades cardiacas y coronarias
Limpia la sangre
Analgésico
Controla afecciones del sistema respiratorio
Ayuda en casos de otitis
Controla dolores hepáticos, estomacales y renales
Alto aporte en agua y fibra
Como todo lo que nos entrega la madre tierra, la Caigua es un fruto muy positivo para nuestro organismo.
Ya me gustaría tenerlo en mi huertita, para disfrutarlo tanto en sus diversas formas de preparación y así mantenerme ¡fit!. Se puede cultivar todo el año. Yo lo haré con las semillas que me regalará mi amigo. ¡Fantástico!
Texto y fotografías: Caro SuperSun