Cuando el frío comienza a sentirse con más fuerza en Chile, pocas bebidas reconfortan tanto como un buen navegado. Esta preparación caliente a base de vino tinto, azúcar, especias y cítricos no sólo abriga el cuerpo, sino que también conecta con la memoria gustativa de muchas familias chilenas.
Servido en tazas humeantes durante las tardes de otoño e invierno, el navegado ha resistido el paso del tiempo como un símbolo de hospitalidad, sencillez y sabor tradicional.

En esta nota, tres expertas del ámbito gastronómico y enológico comparten sus visiones y consejos para difrutar un navegado. A través de sus aportes, descubrimos que esta bebida va mucho más allá de una simple receta: es una forma de reinterpretar el vino chileno desde una perspectiva popular y patrimonial, con ingredientes simples y cargados de historia.
Opiniones de expertas sobre el Navegado
La sommelier Rocío Alvarado, especialista en vinos patrimoniales chilenos, destaca la importancia de utilizar vinos tradicionales en la preparación del navegado. Ella sugiere emplear un pipeño de chiuca o un chimbombo, añadiendo cáscara de naranja, un toque de mandarina, canela, clavos de olor, azúcar y opcionalmente unas gotas de vainilla.
Para maridar o acompañarlo, Alvarado recomienda hacerlo “con las clásicas sopaipillas y calzones rotos, esas masitas fritas típicas de esta temporada o para estar acompañando al lado de la parrilla mientras preparan un rico costillar”.


Carolina Arteaga, sommelier y actual bartender corporativa del restaurant Ocean Pacific, nos cuenta que el navegado ha sido parte integral de su historia desde que tiene memoria, tal vez incluso antes que el vino.
“Para mí, representa la forma más sencilla de acercar al consumidor al mundo del vino. Aunque muchos puristas consideran que al añadirle frutas, azúcar y especias se pierde la esencia del producto, yo lo veo como una puerta de entrada al vino, una introducción cálida y acogedora”, señala.
En cuanto a su acompañamiento, Arteaga recomienda maridar con sopaipillas acompañadas de pebre. “Esta combinación me transporta a momentos llenos de recuerdos de mi juventud, evocando una sensación de hogar y tradición”.
De igual modo, la sommelier indica que, la nueva carta de invierno de Ocean Pacific´s ofrecen El Navegante, un navegado al estilo Ocean Pacific’s, donde el vino se macera en alga a una temperatura controlada para darle cierta salinidad y un toque distinto muy en la temática del restaurante.
¿Calentar o no el vino para el navegado?
Aunque muchos “expertos” o estudiosos del vino no recomiendan calentar el vino, el navegado es una buena opción para acompañar en días fríos.
Para la fundadora de Instante de Vinos, Fernanda Valenzuela, magister e ingeniera industrial química, en el navegado la temperatura de servicio es clave porque, a diferencia de los vinos que se beben frescos, servirlo frío reduce tremendamente su potencial de disfrute.


“En una bebida caliente no se necesita la presencia de esos aromas sutiles propios del vino. Al contrario, el que se haya sometido a altas temperaturas implica que buena parte del alcohol se ha evaporado y con él se fueron los demás compuestos volátiles naturales. Eso, junto con el inevitable proceso de cocción que incluye su receta, el que trae consigo la modificación sensorial de algunos sabores y texturas. Ahora bien, el hecho que se le añadan especias y frutas, lo enriquece con otras notas olfativas, que no dejan de ser por demás muy atractivas”, explica Valenzuela.
Ingredientes y preparación
Muy simples, sencillos y accesibles son los ingredientes para esta preparación tan chilena:
1 litro de vino tinto (no es necesario que sea costoso)
1 taza de azúcar
1 naranja en rodajas (con cáscara y sin pepas)
8 a 10 clavos de olor
3 ramas de canela

Al momento de preparar el navegado, se debe colocar el vino en una olla, donde se agrega el azúcar, las rodajas de naranja y las especias. Luego, se calienta la mezcla hasta que esté a punto de hervir, revolviendo para disolver el azúcar y mezclar bien los sabores.
Consejos para preparar y disfrutar el navegado
Para comenzar, se debe utilizar un vino tinto de calidad media, no siendo necesario un vino caro, ya que al calentarse pierde parte de sus características originales.
Controla la temperatura para que la mezcla no hierva demasiado y se vuelva amarga.
Puedes ajustar la cantidad de azúcar y especias según tu gusto personal.
Para un toque especial, decora con rodajas de naranja o una ramita de canela en el vaso.
Si prefieres una bebida con menos alcohol, deja que hierva un poco más o flambéala y apaga la llama para reducir el contenido alcohólico.
Por Caro Aliaga M. Artículo original publicado en Meteored.cl, adaptado para su difusión en comomegusta.cl
Imagen portada: Hannah Pemberton.