Sin duda, en los últimos años la coctelería con café ha emergido como una tendencia global. Fusionando la complejidad e intensidad del café con la creatividad de la mixología, ha cautivado a quienes buscan experiencias sensoriales únicas y sabores innovadores, marcando una nueva era en las barras de todo el mundo.
El café, que siempre ha sido sinónimo de pasión y complejidad, ahora se presenta como un ingrediente versátil que aporta profundidad y carácter a las bebidas. Desde clásicos hasta nuevas creaciones con cold brew y maceraciones, los bartenders están explorando una amplia gama de técnicas para destacar las notas aromáticas y los matices de los granos de distintas regiones.
Sumándose a esta tendencia, Drambuie, el licor de whisky cuya historia nace en el siglo XVIII y que se acostumbraba a usar para beber el reconocido clavo oxidado, hoy muestra su lado más versátil para jugar con otros ingredientes y sorprender. Su cóctel con café mezcla de forma balanceada el sabor de sus notas dulces de miel y especias, con el tostado del café, creando una experiencia irresistible.
Es fácil de preparar, pues solo se debe verter 50 ml de este licor y 50 ml de café espresso en un vaso lleno de hielo y revolver. Además, es una excelente opción para extender la comida, a través de una propuesta de sabores versátiles de alta coctelería.
Imagen portada: Matt Hoffman