Según la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en los trabajadores puede incrementar los niveles de productividad en un 20%.
En Chile la mayoría de las personas tienen una jornada laboral de 9 horas diarias en promedio, por lo que es esencial alimentarnos de buena forma para rendir y tener una buena calidad de vida laboral. En la actualidad, los patrones alimentarios de la mayoría de las personas se basan en una dieta con alta densidad energética, es decir, con mayor cantidad de grasa total y azúcar adicionados a los alimentos, baja ingesta de carbohidratos complejos, fibra, frutas y verduras, y alto consumo de sodio, lo que va estrechamente relacionado con la intensificación de enfermedades crónica como diabetes, cáncer y enfermedades cardíacas, que afectan a los adultos, entre ellos a gran cantidad de trabajadores.
“La alimentación y la nutrición están fuertemente ligadas al funcionamiento biológico del organismo. La comida tiene un impacto directo en nuestra actividad cognitiva, por lo tanto, decidir qué vamos a tomar de desayuno y almorzar en un día laboral es profundamente importante si queremos tener un buen desempeño. De hecho, la alimentación es parte indiscutible de estilos de vida y es allí donde es claramente reconocida como un determinante de la salud. “explica Elizabeth Luna, nutricionista de Sodexo.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha considerado al lugar de trabajo como un entorno prioritario para la promoción de la salud en el siglo XXI, debido a la importancia que ha tomado la fuerza laboral y la incidencia económica que tiene en los niveles de producción, por lo que es evidente la importancia de generar conciencia y educar a los colaboradores a la hora de elegir su comida. Además, según un informe de la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en los trabajadores puede incrementar los niveles de productividad en un 20%.
La nutricionista explica que “La población mundial se ve afectada por problemas nutricionales de exceso o déficit, la anemia, la hipoglucemia afectan de forma significativa el rendimiento, la coordinación y disminuyen la capacidad de trabajo físico. Así es como nuestro cuerpo convierte casi todo lo que comemos en glucosa, es decir, nos entrega la energía necesaria a nuestro cerebro para estar atento y a nuestro cuerpo para hacer todas las actividades cotidianas. Por lo tanto, si se nos está acabando la glucosa, esto genera hipoglucemia, en otras palabras, bajo nivel de azúcar en sangre, vale decir, poca energía, lo que produce que nuestra atención se disperse, por eso cuando estamos con el estómago vacío se nos hace muy difícil concentrarnos, produciendo además fatiga, una sensación de agotamiento y cansancio.
Otro factor importante es saber que nuestro cuerpo no procesa todos los alimentos a la misma velocidad. “Las pastas, el pan y los cereales libera glucosa de forma muy rápida, como una explosión de energía. Sin embargo, otros alimentos como las carnes grasas y los embutidos, requieren de un mayor trabajo de nuestro sistema digestivo, reduciendo los niveles de oxígeno en el cerebro y haciéndonos sentir pesados y lentos, generando un malestar en todo el cuerpo” menciona Elizabeth
Por esto, Elizabeth Luna siempre recomienda una dieta saludable, ya que además de dar un mejor aporte nutricional a nuestro organismo, previene enfermedades cardiovasculares, reduce el estrés, la fatiga o enfermedades menores como la gripe o los resfriados.
“El estrés, la ansiedad y el exceso de trabajo pueden provocar que las personas cambien sus hábitos alimentarios comiendo en exceso o saltándose las comida. Ambos son perjudiciales para la salud. Otro factor importante es el tiempo que las personas le dedican a preparar la alimentación, las personas que no son organizadas tienden a comprar comida chatarra o ultra procesada para salir del paso, lo que finalmente se convierte en un hábito poco saludable” menciona Luna.
Una alimentación sana ayuda a que el organismo funcione correctamente. Por lo tanto, la recomendación es evitar el consumo de azúcar, como dulces, bebidas y jugos azucarados, evitar el consumo de frituras y alimentos con grasas como cecinas y mayonesa, disminuir el consumo de alcohol y evitar sobre todo los destilados, ya que a mayor grado de alcohol más calorías. Aumentar el consumo de pescado al horno y de legumbres dos veces por semana, evitando siempre mezclarlas con embutidos como longanizas o salchicha. Para mantener una alimentación variada, es fundamental asegurar que sobre el 50% de la alimentación diaria se base en alimentos vivos, es decir frutas y verduras. Otro alimento energético, son los frutos secos, estos se caracterizan por ser muy sanos, pueden incluirse en la dieta en reemplazo de otros snacks menos saludables, contribuyendo a una buena salud cardiovascular.
Cada vez más empresas ponen en práctica en forma de iniciativas integrales que abarcan deporte, alimentación, ocio o servicios y prestaciones. Sodexo, con su programa Equilíbrate, está enfocado en entregar los conocimientos necesarios a través de actividades que faciliten a nuestros consumidores tomar la decisión correcta para llevar un estilo de vida balanceado y saludable, que mejore a su vez su desempeño en el ambiente laboral, favoreciendo la calidad de vida de los colaboradores.