Delicias del Sol:El poder transformador del sol en las cocinas de Villaseca
Escrito el 11 diciembre, 2024
En el corazón del pueblito de Villaseca, ubicado a cinco kilómetros de Vicuña, Valle de Elqui, nació en 1988 un proyecto que transformaría la vida de sus habitantes, dando un nuevo significado a la gastronomía local.
Todo comenzó con la llegada de un par de jóvenes de la Universidad de Chile quienes, bajo el amparo del INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos), llegaron a la localidad con una innovadora tecnología para la época: la cocina solar.
Imágenes del libro «Villaseca, viajando en el tiempo»
El entusiasmo inicial fue contagioso. La idea de aprovechar los rayos del sol para cocinar resonó profundamente en una comunidad acostumbrada a métodos tradicionales como la leña. Fue así como surgió la Asociación Gremial de Artesanas Solares, liderada en su mayoría por mujeres. Ellas adoptaron la tecnología y aprendieron a fabricar los hornos solares, con el propósito de distribuirlos entre los vecinos y generar ingresos. Actualmente, un vecino de la localidad es quien continúa fabricándolos para las tres cocinas solares existentes.
Harold Rojas Flores, hijo de una de las fundadoras de dicho gremio, era un niño cuando los estudiantes de la Universidad de Chile llegaron a la localidad con esta idea.
“En realidad, ellos venían a hacer su tesis y llegaron con un horno y una cocina solar a probarla acá al valle e introducirla para que la gente la utilizara”, recuerda Harold.
Sin embargo, esta idea innovadora enfrentó desafíos. La falta de tecnología dificultaba la promoción del proyecto y, con el tiempo, la comodidad de métodos más convencionales relegó, en cierta medida, las cocinas solares al olvido. No obstante, un grupo de monitoras apasionadas, entre ellas, Julia Flores, presidenta de la asociación durante varios periodos, mantuvo vivo el espíritu de la iniciativa, transformando las cocinas solares en verdaderos laboratorios de creatividad culinaria, adaptando recetas tradicionales a esta tecnología ecológica.
Harold Rojas y su madre Julia Flores, presidenta de la asociación gremial.
“Quienes trajeron esta tecnología nos dieron la patente para que los fabricáramos. Para ayudar a la comunidad, la idea era que hiciéramos las cocinas y las vendiéramos. En un comienzo, nos resultó muy buen negocio, y cada villasecano quedó con una cocina. Pero después por comodidad, lo empezamos a abandonar, porque hay que tomar el solcito para ir a cocinar”, señala Harold ante el considerable tiempo que requiere cocinar con este método.
En 1997, la asociación dio un paso audaz: integrar su propuesta al creciente turismo del valle. La idea era simple, pero poderosa: compartir con los visitantes la experiencia de una cocina alimentada por el sol. Así, los vecinos de Villaseca comenzaron a recibir turistas, ofreciendo platillos preparados al estilo solar. El éxito de esta práctica llevó a la comunidad a solicitar un terreno para centralizar la experiencia y construir el que sería el Restaurant Solar.
En diciembre de 1989 se instalaron las primeras cuatro cocinas solares en las casas de cuatro vecinas de Villaseca.
El camino no estuvo exento de adversidades. Un gran terremoto que afectó a la región ese mismo año marcó un antes y un después para Villaseca, donde las casas de barro dieron paso a construcciones más sólidas. Aprovechando un subsidio habitacional, la asociación obtuvo una casa de bloques que sirvió como base para el restaurant. En sus primeros días, el lugar era modesto: una cocina en el interior y, afuera, una ramada con palmeras y totora que ofrecía una vista espectacular del valle.
Actualmente, en esta particular localidad elquina, existen tres restaurants solares que representan la resiliencia y la creatividad de una comunidad, y un modelo de sustentabilidad que une tradición, innovación y turismo.
Delicias del Sol: Un banquete solar en Villaseca
Con los años, la cocina solar de este mágico lugar evolucionó y se consolidó, dando origen a un nuevo capítulo en la historia gastronómica de Villaseca a través de tres restaurants. Uno de ellos es Delicias del Sol, espacio donde se disfruta de sabrosa y generosa comida y donde los visitantes conectan con la cultura, el paisaje y la energía inagotable del sol, protagonista indiscutible de cada preparación.
Delicias del Sol es una de las tres cocinas soleres existentes en esta localidad elquina.
Ubicado en lo alto de una colina, desde donde se aprecia una vista panorámica de los cerros Mamalluca y Peralillo, Delicias del Sol se ha convertido en un emblema de la región de Coquimbo. Su propuesta es tan innovadora como sus orígenes: cada platillo servido aquí se cocina utilizando 18 cubículos como hornos y una cocina solar, técnica que conserva los sabores naturales y realza los aromas de los ingredientes locales donde cada bocado lleva consigo la esencia del sol.
La carta de Delicias del Sol refleja la riqueza de la zona, combinando menúes y recetas tradicionales como el infaltable cabrito con puré picante hasta pastel de choclo y panes dorados bajo los rayos solares. Aquí cada creación es una muestra del ingenio y la dedicación de las cocineras solares que lideran el proyecto. Por supuesto, los visitantes, que en su mayoría llegan junto a tour operadores, disfrutan la comida y son testigos del proceso.
Delicias del Sol cuenta con cuatro salones interiores y una terraza junto a las cocinas solares
Por supuesto, los visitantes, que en su mayoría llegan junto a tour operadores, disfrutan la comida y son testigos del proceso.
Cabrito con puré picante cocinado en horno solar y cerveza ánima de la zona.
Asimismo, el restaurant se esmera en ofrecer gastronomía y vinos locales para todo tipo de público pues, desde hace unas semanas, se convirtió en el primer restaurant de la comuna de Vicuña en ofrecer cartas inclusivas.
“Postulamos a un concurso de turismo inclusivo, organizado por la Corporación Municipal de Turismo de Vicuña, y ganamos el servicio de traducción de nuestra carta a lenguaje Braille y lenguaje pictográfico” señala Harold Rojas, administrador de Delicias del Sol.
El pastel de choclo es una de las preparaciones favoritas de los comensales
Del mismo modo, su equipo trabaja día a día en mantener el lugar accesible y acogedor. Tienen un sector con hamacas para disfrutar el paisaje, aumentarán la capacidad para recibir de 150 comensales a 200 y, prontamente, inaugurarán un museo con la historia del lugar.
Desde el sector de descanso,los visitantes pueden deleitarse con esta panorámica de los cerros Mamalluca y Peralillo
¿Dónde radica el éxito de Delicias del Sol? En su propuesta genuina, en la calidad de sus platillos, en su historia y su aporte sustentable. Cada visita al restaurant es una inmersión en el espíritu resiliente de Villaseca, un pueblo que encontró en el sol una fuente de calor y de oportunidades. Así, Delicias del Sol se convierte en un homenaje a la creatividad y una invitación a saborear una historia de innovación, comunidad y amor por la tierra.
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