Un total de siete bodegas de cuatro países obtienen este distintivo que certifica la implementación de prácticas regenerativas
Los vinos con el distintivo Regenerative Viticulture Alliance proceden de viñedos regenerativos y, por tanto, contribuyen a frenar el calentamiento global.
La certificación internacional de viticultura regenerativa Regenerative Viticulture Alliance (RVA) empieza su andadura y avala los primeros viñedos, bodegas y vinos de diferentes regiones vitivinícolas del mundo. Un total de siete bodegas de cuatro países han obtenido recientemente esta certificación de alcance global focalizada en viticultura, que certifica la implementación de un modelo regenerativo beneficioso para el viñedo y el planeta. Estas son Domaine Mirabeau (Côtes de Provence, Francia), Domaine Lafage (Roussillon, Francia), Lima & Smith (Vinho Verde, Portugal), Miguel Torres Chile (Región del Maule, Chile), Familia Torres (Penedès), Clos Mogador (Priorat) y Jean Leon (Penedès), así como otros pequeños viticultores catalanes.
El estándar RVA, impulsado por la Asociación de Viticultura Regenerativa en colaboración con The Regenerative Viticulture Foundation, cuenta con la verificación de los viñedos por parte de Ecocert, líder mundial en certificación orgánica y sostenible. Esta nueva certificación reconoce los esfuerzos realizados por los viticultores y productores de vino de todo el mundo que aplican este modelo vitícola y certifica los vinos que proceden de viñedos regenerativos y, por tanto, contribuyen a mitigar los efectos del calentamiento global gracias a su función como sumideros de carbono.
Miguel Torres Chile ha obtenido la certificación porque implementa la viticultura regenerativa en sus cultivos de Huerta de Maule y Santa Digna para maximizar la sostenibilidad a través de estrategias innovadoras. La viña familiar del Valle de Curicó se ha centrado en recuperar la fertilidad natural a través del equilibrio de la red trófica, mejorar el ciclo del agua y aumentar la materia orgánica. Uno de los beneficios más importante de este tipo de viticultura es la captura y fijación de carbono atmosférico en el suelo, contribuyendo a reducir los niveles de CO2 de la atmósfera, uno de los gases con mayor impacto en el efecto invernadero y calentamiento global.
El distintivo establece dos niveles de certificación en función de la ejecución y extensión de las prácticas regenerativas, en ambos casos, el viñedo deberá cumplir con la normativa ecológica esté certificado o no. Por un lado, ‘RVA Certified’ se otorga cuando se implementa la totalidad de las prácticas de viticultura regenerativa contempladas en la norma, que incluyen cubiertas vegetales, no labrado, enmiendas orgánicas, pastoreo racional (o control mecánico sustitutivo), conservación de la biodiversidad, realización de ensayos de campo y análisis microbiológicos, así como garantizar el bienestar animal y unas condiciones laborales dignas. Por otro lado, ‘RVA Transition’ tiene un nivel de exigencia menor y se concede a aquellos viticultores y bodegueros cuyos viñedos se encuentran en un proceso de transición hacia un modelo regenerativo pero que todavía no aplican todas las prácticas.
En el caso de los vinos, la cosecha del 2023 es la primera en llevar el sello RVA para las bodegas del hemisferio norte, mientras que las bodegas del hemisferio sur podrán certificar sus vinos a partir de la añada 2024. Los primeros vinos con la certificación RVA ya están disponibles e incluyen La Réseve Rosé 2023 (Domaine Mirabeau), Clos Ancestral Blanco 2023 y Forcada 2023 (Familia Torres), Nereda Blanc Bio 2023 (Domaine Lafage) y Jean Leon Vinya Gigi Chardonnay 2023 (Jean Leon).
Las bodegas interesadas en certificar sus vinos y viñedos deben presentar su solicitud a través de la web de la Asociación de Viticultura Regenerativa: Certificación RVA • Asociación Viticultura Regenerativa