En una experiencia que celebra la riqueza del Valle de Aconcagua, 99 Restaurante presenta un menú especial inspirado en la diversidad territorial y gastronómica de esta zona, destacando los productos que considera más emblemáticos de la región.
La propuesta a cargo del chef Kurt Schmidt, reúne sabores de la costa, el valle y la montaña y se centra en el legado y tradición de este territorio rico en productos locales y vino de autor, procurando entregar a los comensales un menú degustación con maridaje de vinos en un ambiente sobrio, íntimo y respetuoso con el producto local.


En cada visita, el comensal conecta con la propuesta junto a la guía de su sommelier Rocío Alvarado, conocida por su trabajo con vinos patrimoniales chilenos y que esta vez brindó aciertos, especialmente, en el segundo y tercer tiempo.

Imagen: Pablo Gacitúa
La experiencia, acompañada de un buen playlist de música chilena, se inició con un trío de snacks tradicionales: empanada, arrollado y chinfaina, acompañados de una refrescante chicha en cacho de cabra. Una bebida típica que resalta las tradiciones campesinas de la zona y que recuerda tiempos antaño donde era muy común beber chicha en este formato.


El recorrido continuó con una delicada preparación de jaiba fresca y chupe, maridada con un elegante Chardonnay 2023 de Viña Errázuriz, destacando la frescura marina del valle de Aconcagua.
El plato de fondo presentó una sabrosa cazuela de gallina nogada, donde la calidez del caldo combina bien con la potencia del Cabernet Sauvignon Cuero de Vaca de Viña Herrera Alvarado, un vino que refleja la identidad de los valles interiores.



La propuesta vegetal sorprendió, para bien y para mal, con un plato que mezcla nopal, tuna, queso feta y moscatel, maridado con el Pet-Nat de Vino La Joda, un espumante natural que destaca en general por un carácter fresco y desenfadado. La mezcla de estos sabores fue bien recibido por algunos comensales, mas para otros no se entendió.


El cierre dulce llegó con una riquísima selección de los clásicos Dulces de La Ligua, junto a quesos artesanales y licores de Aconcagua, poniendo en valor la tradición repostera y quesera de la región, siendo este un final muy aplaudido por sus texturas, memoria emotiva y simpleza.

La jornada cuyo propósito plantea vivir una nueva experiencia gastronómica, no sólo pone en relieve los productos del Valle de Aconcagua ( su segundo viaje, luego del Valle del Huasco), sino que también reafirma la importancia de la gastronomía como vehículo para contar las historias de los territorios, resaltando el trabajo de productores locales que dan vida a la identidad culinaria chilena.
Dónde
Alonso de Córdova 4355, Vitacura.
Horario de cena.
Sólo con reservas.
Imágenes: Comomegusta.cl & Pablo Gacitúa
** Esta visita se enmarcó en el cierre del Diplomado en Estudios Gastronómicos de la Universidad Andrés Bello, con la participación de su directora Claudia Gacitúa, consolidando el valor de la investigación, la innovación y la cultura gastronómica como pilares fundamentales para el desarrollo del sector.