Cusqueña, la emblemática marca cervecera reconocida por su búsqueda constante de la excelencia en sabor, presentó una experiencia culinaria revolucionaria que combina la genética individual con la pasión por la buena comida y la cerveza de calidad.
El pasado 7 de mayo, Cusqueña realizó un evento exclusivo en el reconocido restaurante Pescados Capitales, invitando a una experiencia única que explora el vínculo entre la genética y las preferencias de sabores. Durante este evento, los participantes tuvieron la oportunidad de descubrir el ADN y el Origen del Sabor de las cervezas Cusqueña, además de disfrutar de un menú completamente personalizado, diseñado especialmente para cada uno de los invitados según su genética.
Esta novedosa experiencia gastronómica se diferencia de cualquier otra degustación de cerveza al ofrecer un enfoque único y a medida para cada invitado, con platos de comida personalizados junto a la variedad de Cusqueña perfecta, según sus gustos y su ADN.
“En Cusqueña siempre nos ha importado el sabor, desde la creación de nuestras cervezas con ingredientes de calidad, hasta la importancia de acompañarla con una rica comida. Por eso, quisimos descubrir el Origen del Sabor y nos dimos cuenta que la respuesta estaba en nuestro ADN”, comenta Catalina Valdés, Brand Manager de Cusqueña.
Para lograr esta personalización, se llevó a cabo un análisis de ADN a cargo del doctor Ricardo Fernández-Ramires, Asesor Genético de la Clínica Inmunocel. Para este examen, hay muchas variantes genéticas que contribuyen a la percepción del sabor de la cerveza. Son más de 20 variaciones en la sensación de amargor, dulzor y ácidos grasos. En 2003 se identificó el gen responsable de la percepción del sabor amargo, denominado TAS2R38, que marca una capacidad diferente para percibir el sabor amargo, y como este existe en las cervezas, se asoció con diferencias en las preferencias y elecciones de los alimentos.
“La ciencia de la nutrigenómica va de la mano con otras áreas del conocimiento. Además de la nutrición, la gastronomía tiene mucho que ver con la genética. ¿Imagínate que te invitaran a cenar, pero antes te realizan un test genético para saber los sabores? De esta manera, el chef puede hacerte un plato personalizado disminuyendo los sabores a los cuales eres más sensible y potenciando los sabores a los cuales no sueles percibir con facilidad. Sería una experiencia totalmente nueva, personalizada y que impactaría directamente en la práctica de salir a comer. Puede parecer ciencia ficción, pero ya se puede asociar la genética a la gastronomía” afirma el doctor Ricardo Fernández-Ramires.
Desde Cusqueña destacan principalmente El Origen del Sabor de sus cervezas, que al igual que en las personas, están en el ADN, porque cada variedad de Cusqueña se crea con ingredientes naturales y de calidad, que le dan su sabor único.
El Gestor Gastronómico, Vicente Infante, vivió la experiencia y nos comenta que fue algo diferente y sorpresivo para él, ya que es primera vez que le hacen un menú personalizado en base a su perfil genético.
“Yo creo que cuando uno es gastronómico cree conocer sus gustos y sus sabores en base a la experiencia, pero no en base a la genética o a lo médico, más a lo concreto, entonces ha sido súper interesante conocer los gustos que tengo en base a algo tan desconocido para mí. Por otra parte, sobre el menú, el match entre la cerveza y la comida estuvo súper interesante porque el plato estaba muy bien pensado, con los sabores que a mí me gustaban y con la cerveza ideal, esa combinación estuvo muy rica”.
Con esta creación, Cusqueña refuerza su posición como una marca comprometida con la excelencia en sabor y la innovación en la experiencia del consumidor.