Para lanzarse en una aventura con el objetivo de estar en contacto con estos magnos mamíferos y diversa fauna marina por el Estrecho de Magallanes, hay que armarse de ánimo, muchas ganas y algo de paciencia. ¿El destino? El Parque Marino Francisco Coloane y las majestuosas ballenas jorobadas.
El contacto con la naturaleza y la fauna marina, la adrenalina salvaje, la emoción de los viajes por mar, lo inhóspito de los trayectos por tierra, la incertidumbre de toparse con magnos mamíferos como las ballenas, con queribles delfines o con tiernos pingüinos, es inigualable. Aunque parezca una historia sacada de National Geographic, no lo es. Y todo parte en Punta Arenas.
Desde Punta Arenas, hay que ir por tierra por cerca de 50 kilómetros hacia el sur, rumbo al sector de Cabo Froward, hito geográfico donde comienza el continente americano, señalado por la cruz de los mares.
“Estos viajes consisten en navegar por el estrecho y los canales adyacentes, donde es común encontrar estas especies durante su migración. Los turistas pueden observar el comportamiento natural de las ballenas, incluyendo saltos y aletazos”, señala Juan Pablo Solo , de comercialización y marketing de Solo Expediciones.
“El avistamiento de ballenas, no solamente genera una atracción regional. Este tipo de turismo, en donde se pueden observar a estos mamíferos disfrutando de su hábitat, es una atracción natural que cualquiera quisiera experimentar. Estas actividades, tan naturales y en donde se pueden observar sus comportamientos, sus movimientos, sus juegos, motiva tanto al turista joven y adulto, como al científico o investigador”, asegura Claudia Torres, Gerente de la Asociación Magallánica de Empresas de Turismo, AustroChile.
En este sentido, el turismo responsable es uno de los puntos angulares para que este tipo de experiencias no tenga impacto en el ecosistema. “Realizamos nuestros viajes de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente, junto con mantener una distancia segura de las ballenas para no interferir con su comportamiento natural. Además, concientizamos a nuestros pasajeros sobre la importancia de la conservación marina y las reglas de avistamiento responsable”, agrega Juan Pablo Solo .
A medida que la embarcación avanza, diversos albatros de ceja negra y petreles aparecen planeando con sus inmensas alas, junto con pingüinos magallánicos que se dejan ver para saludar y acompañar el trayecto. Luego de pasar por dos glaciares en Isla Santa Inés, se llega al momento esperado por todos: el Parque Marino Francisco Coloane y las impresionantes ballenas jorobadas.
Por su parte, Claudia Torres, Gerente de AustroChile, destaca la relevancia de la promoción en el cuidado del medio ambiente y el turismo sustentable en la región de Magallanes: “es vital que cada servicio turístico, cumpla con los más altos estándares y normas nacionales relacionadas con los posibles impactos que pudieran provocar. Cada vez, es más común encontrarse con productos turísticos que ofrecen servicios sustentables, como la implementación del buen manejo de residuos, paneles solares, reutilización de aguas para riego, optimización de energía, utilización de materia prima natural. Hacia allá va todo”.
Una aventura de ensueño que llega a su punto culmine en el Parque Marino Francisco Coloane, gran corredor biológico que conforma el hábitat de muchas especies marinas en este último rincón del mundo.