Con más de 150 años de historia la Viña Cousiño Macul ha sido testigo de los cambios que ha vivido la ciudad de Santiago. Fue fundada por Isidora Goyenechea de Cousiño, quien ostenta el título de ser la primera mujer en llevar adelante una empresa del rubro vitivinícola.
Cousiño Macul fue pionera en la exportación de vinos nacionales, posicionando al país como un referente en la industria desde fines de siglo XIX. Además, es la única que sigue siendo administrada por su familia fundadora.
Si bien la viña tiene una larga existencia, ésta ha mantenido una producción media, de alrededor de 250 mil cajas de vino anuales.
Visitar la viña es un panorama obligado. Inserta en plena ciudad, es muy fácil llegar hasta allí. Para recorrerla sólo hay que tomar la línea 4, bajarse en la estación Quilín y luego un taxi acerca hasta el lugar.
Cousiño Macul ofrece tours de lunes a sábado (cierra domingos y feriados) en los cuales se pueden degustar vinos de excelente calidad, los que son fruto de la riqueza de los suelos y el gran clima del Valle del Maipo.
El lugar es de gran atractivo, ya que el itinerario del tour, considera una visita a la bodega original de la viña, la que se construyó en 1872 por arquitectos que viajaran desde Francia, exclusivamente para este propósito. La construcción está hecha por un refinado sistema de muros dobles, los que permiten un constante flujo de aire, lo que es ideal para para la maduración de las barricas.
Durante el recorrido se explica la historia de la viña y cómo ha evolucionado la manera de producción, lo que permite conocer de forma didáctica los cambios que se han generado en la manera de hacer el vino.
Un imperdible que, sin duda, vale la pena visitar.