Una reciente encuesta realizada por la cadena de supermercados británica Waitrose, publicada a principios de año en su informe Food & Drink Report 2024, revela un cambio interesante en las costumbres sociales: el clásico vino ha dejado de ser el obsequio estrella en cenas y reuniones, siendo reemplazado por el aceite de oliva virgen extra de alta calidad.
El estudio indica que muchos invitados prefieren no llevar vino para evitar que el anfitrión sienta la presión de servirlo durante la velada, optando por alternativas que no interfieran con la planificación del menú.
Este giro no responde solo a razones prácticas. El estudio señala que los consumidores están buscando que el regalo comunique algo más profundo: conciencia ecológica, valores asociados a una alimentación saludable y una estética cuidada.
“Existe un nuevo lenguaje en el arte de regalar”, concluye el informe, donde se destaca que el obsequio ideal hoy también refleja el estilo de vida de quien lo entrega y su conexión con prácticas más sostenibles y conscientes.
La reconocida chef Ina Garten también respalda esta tendencia, recomendando detalles como aceite de oliva premium, miel, frutos secos o café de especialidad en lugar de productos que requieren atención inmediata.
Estos obsequios no sólo son elegantes y prácticos, sino también un reflejo de gusto, intención y respeto por la experiencia del anfitrión.
Imagen portada: Dimitri Karastelev.
