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Embajadas culinarias de Miguel Torres Chile renuevan carta con recetas ancestrales y sabores del campo maulino

Un repertorio compartido por los espacios gastronómicos La Bodeguita Miguel Torres Vitacura y Curicó, el que se consolida bajo el concepto de Cocina Regional, con influencia de raíces chilenas y españolas.

Las preparaciones más típicas de la tradición culinaria de la Región del Maule, celebradas con los vinos de la bodega familiar, son las que definen esta nueva propuesta invernal.

Parte de la filosofía de Familia Torres es atesorar valores como la tradición y la excelencia, difundiéndolos generación tras generación. El vino y la comida son elementos centrales de sus costumbres y pasiones familiares, motivándolos cada día a desarrollar nuevos proyectos en distintas regiones del mundo.

Es por eso que, pensando en crear siempre una experiencia completa y memorable, las embajadas culinarias de Miguel Torres Chile, La Bodeguita Miguel Torres en Vitacura y Curicó, acaban de estrenar su renovada carta, haciendo honor a la temporada de invierno 2022, basándose en nuestra despensa chilena con un recetario donde producto local es rey, mediante elaboraciones compartidas en ambos espacios gastronómicos que ensalzan el despliegue de colores, texturas, sabores y aromas, y sin duda alguna, despertando cada uno de los sentidos.

Un caldillo de pescado del día, costillar de vacuno o coliflor a la parmesana, son solo algunos de los platos que protagonizan la propuesta invernal. Imperdibles son también preparaciones como “la punta picana, la cual cocinamos durante 48 horas a baja temperatura, o el causeo tibio de lengua y queso de cabra. Para finalizar la experiencia con algunas notas dulces, tenemos como alternativas un cremoso arroz con leche y café. Igualmente contamos con el volcán de chocolate amargo, acompañado de helados artesanales de la región”, dice Gabriel Ramos, chef ejecutivo de La Bodeguita Miguel Torres Curicó.

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Otra de las novedades que destaca específicamente entre el repertorio de tapas, es la molleja crocante de res. “Se trata de una preparación muy típica de nuestro campo, donde la esta va encostrada en panko, lleva una base de papas chancadas cocidas con cáscara y que luego son selladas en mantequilla con un poco de ajo y perejil. Se acompaña con una versión propia del alioli, parecida a la preparación clásica – base de ajo con aceite -, nosotros agregamos palta y limón para aportar un poco citricidad.

Finalmente, sobre eso lleva un chimichurri de la casa, que es a base de un cítrico de vinagre compuesto por cebolla, cebollín, pimentón rojo y toques de merquén, para darle algunas notas ahumadas. Esta elaboración, aun cuando recién la estrenamos, es una de las que ha recibido los mejores comentarios entre quienes la han probado”, asevera Patricio Rosas, chef ejecutivo de La Bodeguita Miguel Torres Vitacura.

De la tierra que tanto cuidamos a la mesa que tanto veneramos

Ambos profesionales de la cocina comparten la experiencia de trabajar arduamente para llegar a la identidad gastronómica que hoy caracteriza a sus cocinas. “Viajamos para conocer en terreno recetas antiguas, en especial, las de nuestro campo maulino, y gracias a ello contamos con platos insignes como la lisa a la teja característica del último Ramal de Constitución, o nuestra tradicional torta curicana, el chancho crocante maulino y los clásicos causeos invernales”, comenta Gabriel Ramos.

Y para abrirse a las nuevas tendencias, dando alternativas a comensales más exigentes o con restricciones alimentarias, la carta compartida por La Bodeguita Miguel Torres, tanto en Vitacuracomo en Curicó, cuentan con preparaciones vegetarianas, como la pasta de la casa, rellenas con pino de hongos silvestres – champiñon portobello -, con una salsa de papa topinambur que tiene un sabor muy parecido a la alcachofa y en su forma es parecido al jengibre, muy especial. Acompañadas de una emulsión de zapallo camote y crocantes de la misma papa para dar texturas, más un salteado suave de espinacas y champiñones”, indica Patricio Rosas.

Así mismo, para quienes prefieren platos veganos, cuentan con alternativas como las empanadas fritas de algas “donde la masa la hacemos con manteca vegetal, vanrellenas de cochayuyo y luche, sin usar huevo. Para acompañarla usamos un novedoso pebre de coliflor. Otras elaboraciones veganas son la ensalada de betarraga, el ceviche de champiñón, y el postre vegano de maní y plátano”, agrega el chef ejecutivo de La Bodeguita Miguel Torres Vitacura.

“En ambos espacios entregamos un servicio cálido y personalizado característico de nuestros equipos en sala. Una experiencia gastronómica con identidad, en donde la comida y los vinos familiares de nuestra bodega, de Chile y del mundo, son los protagonistas”, concluye el chef ejecutivo de La Bodeguita Miguel Torres Curicó, Gabriel Ramos.

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