La correcta manipulación de los alimentos nos ayudará a conservarlos en buen estado por mucho más tiempo.
Desde que llegó el coronavirus a Chile la principal medida de contención que se ha aplicado es la de quedarse en casa. Esto, limita la cantidad de veces que podemos ir a comprar alimentos y nos obliga a pensar mejor qué es lo que vamos a comprar y qué cantidad cuando vayamos al supermercado o feria y, así optimizar al máximo nuestros recursos.
Francisco Layera, Chef Ejecutivo de Sodexo Chile, recomienda adquirir alimentos que tengan una vida útil más larga y también que sean, en la medida de lo posible, no perecederos, así reducimos las salidas y el contagio. El objetivo es elegir alimentos que se conserven mejor con el paso del tiempo como: cereales, harina, arroz, pasta, avena enriquecida, legumbres y frutos secos. En el caso de frutas, verduras o proteína animal, lo recomendable es cortar diferentes porciones y congelar.
Según Layera es posible alargar la vida útil de algunos alimentos para evitar su rápido deterioro, a través de la aplicación de calor seco como la deshidratación y el frío con la congelación. “En el caso de la congelación es importante hacerlo de la manera correcta para que no se pierdan las propiedades y nutrientes de estos productos. Por eso, el alimento a congelar debe estar limpio y cubierto por un envoltorio plástico o en recipientes del mismo material desinfectado y sanitizado. En el caso de las comidas preparadas, lo ideal es utilizar envases con las mismas características anteriores, de esta forma evitamos el desarrollo de bacterias”. Es importante que las comidas preparadas que se guarden congeladas por no más de 30 días.
Para las frutas, Layera recomienda pelarlas y picarlas en cubos medianos y ponerlas en bolsas selladas para posteriormente congelarlas. Así cuando necesites preparar un smoothie, licuado o relleno de repostería, podrás ocuparlas sin problema. Otra alternativa es guardarla en forma de compota y luego comerla sola o en preparaciones.
Los vegetales una vez lavados, también pueden pelar y porcionar, podemos dejar algunas porciones en la parte media del refrigerador, pensando en el consumo semanal. Y Los demás productos pueden quedar en el congelador, para su posterior uso.
Hay que tener en consideración que hay algunos alimentos que no se pueden congelar como: la lechuga, los lácteos y los huevos.
Para otros casos, el Chef recomienda la deshidratación: “Los hongos, granos de maíz y algunas frutas como manzanas, peras y duraznos son comidas que se pueden deshidratar. Para hacerlo hay que cortarlas finamente, ponerlas en una lata de horno y mantenerlas ahí de 4 a 6 horas a una temperatura de 60°C. Estos pueden conservarse de 9 a 12 meses en empaques herméticos”, el consumo de gas es bajo y la técnica muy simple, explica Layera. Estos deben mantenerse en lugares sin humedad y que no les llegue el sol, y consumirlos dentro del año de elaboración.
En cuanto a la descongelación de los alimentos esta debe ser lenta y de forma gradual. Esto quiere decir, pasar del congelador al refrigerador y luego consumir, para evitar el uso del microondas.
Otro consejo para conservar de mejor manera los alimentos, es la organización de estos en el refrigerador. Así, la carne y los pescados deben ir en los estantes más fríos, las frutas y verduras en la parte posterior que viene cerrada y los alimentos que necesiten menor frío en la puerta.
Con respecto a la temperatura, las idóneas para conservar los alimentos en frío son: en el congelador por debajo de -18ºC y en la nevera, las carnes y pescados deben mantenerse entre 1 y 4 ºC y el resto, entre 5 y 8 ºC.